domingo, 20 de septiembre de 2015

1280 almas.



 1280 Almas (Jim Thompson).

Jim Thompson
James Mayers Thompson nació en Oklahoma, Estados Unidos.  Hijo de un sheriff (acusado de malversación de fondos), empezó a escribir a los 14 años.  Su vida parece digna de las novelas que llevaron su nombre literario (Jim Thompson).  Su abuelo lo llevó a espectáculos de Burlesque desde los 13 años, además de enseñarle a fumar tabaco y a tomar whiskey (algo indispensable en su opinión para convertirse en hombre).  Trabajó como botones en un hotel, donde ganó rápida fama como la persona capaz de conseguir lo que fuera necesario para sus huéspedes (desde alcohol en medio de la Prohibición a drogas, para lo cual debía muchas veces cruzar la frontera de México).  Laboró en los campos de petróleo, tuvo un colapso nervioso a los 19 años fruto de todos sus excesos, se casó a escondidas, se unió al partido comunista (al cual renunció antes de la II Guerra Mundial) y trabajó en dos ocasiones con Stanley Kubric (ambos eventos terminaron en disputas legales).  Eso es solo para que tengan una ínfima idea de la persona detrás de 27 libros, varias novelas cortas, cuentos y poesías plagados de perdedores, aprovechadores y sociópatas.  Con una vida tan complicada, tomé su libro “1280 almas” con altas expectativas.  No me decepcionó.

Idea general:
Nick Corey es el sheriff de Potts Country, un pequeño pueblo de un estado sureño de EEUU. De apariencia inofensiva y actitud holgazana, Nick esconde una inteligencia aguda que le ayuda a pergeñar sin descanso planes que le permitan ser reelegido frente a un contrincante sin trapos sucios y con principios, una vida privada en la que tiene relaciones con tres mujeres muy distintas, y un entorno racista, clasista, puritano e hipócrita. Sin embargo, cuando decide tomar atajos, la violencia no será un simple instrumento, sino una extensión de una manera de pensar y de sentir que considera inevitable en el entorno en el que le ha tocado vivir, revelándose como un psicópata muy alejado del tipo simple y anodino que pretende ser. Tampoco dudará en dejar que otros, inocentes o culpables de otros crímenes, carguen con las muertes que sus enmarañados manejos van dejando por el camino.

Opinión:
Este es mi primer libro por un gran autor y no será el último.  El siguiente en la lista es “El asesino dentro de mi” porque leí en alguna parte que es mejor que “1280 almas”.  Eso lo decidiré después, pero si es así me espera una lectura la mar de entretenida.
¿Cómo resumir en pocas palabras este libro? Lo más fácil es decir que es una historia retorcida llena de giros.  No es del tipo donde en la última página salta la solución del problema o se descubre quien es el asesino.  El personaje principal, un sheriff de un pequeño condado llamado Potts County (población: 1280), quiere pasar su vida sin que lo molesten.  Quiere ganarse la vida sin mucho esfuerzo y sin causar olas.  Lo malo es que está casado con una mujer que lo desprecia, la mujer que ama de verdad lo detesta, el pueblo que lo eligió piensa que no hace su trabajo como debería y se aproximan  las elecciones.  Su rival, alguien honrado con ganas de trabajar. 
Cualquier otra  persona empezaría a aceptar la posibilidad de que su empleo peligraba, pero no Nick Corey.  Nick es un excelente evaluador de la personalidad humana y sabe cómo aprovecharla en su beneficio.  Es capaz de mentir, manipular y asesinar con absoluta tranquilidad siempre que eso lo ayude a cumplir su plan.  Poder seguir siendo el sheriff y ganarse la vida sin mucho trabajo (hasta las próximas elecciones).
“1280 almas” es un tratado de psicopatología convertida en novela.  Un personaje tan  retorcido que uno quiere que el libro no se acabe tan solo para ver que más hace.  No se dejen engañar por las primeras páginas, que nos pintan a un Nick algo aburrido que se deja insultar por su esposa.  Es solo una pantalla.  Como dijo el mismo Thompson en una entrevista: "Hay 32 maneras de escribir una historia y yo las he usado todas, pero solo hay una trama: las cosas no son lo que parecen".

Conclusión:
Lectura obligatoria.  Mi única queja sería con el final que sentí algo forzado o inconcluso, pero sería como rechazar un Porsche solo porque no es del tono exacto que buscamos.  Un libro divertido, oscuro e inolvidable.



Datos curiosos:
“1280 almas” fue llevada al cine francés en 1982 por Bertrand Tavernier.  El director movió la trama de Estados Unidos a África y la llamó “Coup de Torchon”.  Lo malo es que falló en desarrollar la personalidad de Corey (Cordier en la película) como lo hizo Thompson.  De psicópata manipulador lo convirtió en un suertudo (una versión noir del Inspector Clouseau).  No es un mal producto, pero no es lo mismo.  Lean el libro.
Jim Thompson murió en abril de 1977.  Su sepelio se caracterizó por el pobre número de asistentes, debido en parte a un error de imprenta en su obituario.   Uno de los presentes concluyó que ese hecho era “el final perfecto para una historia de Jim Thompson”.
Antes de morir le dijo a su esposa: “Guarda mis manuscritos.  Ya verás.  Me haré famoso como diez años después de morir”.  En 1984 (7 años después de su muerte) Barry Gifford fundó Black Lizard Press
y empezó a reimprimir algunos de los libros de Thompson.  Tres años después (cumpliendo la profecía hecha al momento de su muerte), Random House compró la empresa y siguió la labor de llevar los libros de Thompson a nuevas generaciones de lectores bajo el sello Vintage Books.  Se sucedieron reimpresiones y traducciones de sus obras, que fueron incesantemente adaptadas al cine. Actualmente Jim Thompson es considerado el tercer gran novelista del género negro, al lado de Dashiell Hammett y Raymond Chandler.