domingo, 23 de febrero de 2014

Del baúl de los recuerdos... El nombre la rosa.



El nombre de la rosa (Umberto Eco)

Umberto Eco
Umberto Eco es, en realidad, un profesor italiano de historia y experto en la Edad Media.  Sus cuentos y narraciones sobre este oscuro periodo del pasado hicieron que sus amigos le insistieran en que escribiera un libro de la época y gracias a ellos nació "El nombre de la rosa" (si alguien conoce a esos amigos, les dan las gracias de mi parte). 


Idea básica:

En el año 1327 Guillermo de Baskerville, en representación de la orden de los franciscanos, debe reunirse con los representantes del Papa Juan XXII para discutir una acusación de herejía vertida contra una rama de la orden. El lugar de la cita, una  abadía benedictina ubicada en los Apeninos septentrionales italianos, famosa por la impresionante biblioteca que yace en su interior. Desafortunadamente para él, su trabajo es interrumpido por una serie de violentos asesinatos que lo obligan a usar sus conocimientos de una forma muy diferente.  Con la ayuda de su aprendiz, Adso de Melk, deberán descubrir quién está asesinando de forma sistemática a los monjes de esta abadía, lo que muchos consideran señales del Apocalipsis; qué misterio encierra el gigantesco laberinto-librería y qué papel juega un misterioso libro que parece ser la clave de todo.


Opinión:

Un libro de esos que, una vez leído, se queda enterrado en alguna circunvolución del cerebro para siempre y cada vez que alguien lo menciona, uno recuerda lo mucho que disfruto con su lectura.  Los personajes, por lo menos en su mayoría, están muy bien desarrollados.  Guillermo de Baskerville (me imagino que la referencia a Sherlock Holmes cae de su peso) con su tan peculiar visión del mundo, sus razonamientos inductivos y su pragmatismo lo hacen el personaje perfecto para llevar a cabo la investigación de estos asesinatos.  Adso de Melk (el joven díscipulo) es el equivalente de un Watson.  Es el cronista de lo ocurrido, tratando de balancear el ser fiel a los hechos como los recuerda y sus propios temores al tratar de llevar el paso de su maestro y ceñirse a sus preceptos (fallando en algunas ocasiones, lo que solo lo hace ver más humano).  Los demás personajes, en su mayoría monjes de la abadía (los iluminadores, el herbolario, los bibliotecarios y escribas entre otros) son indispensables para hacernos sentir que vivimos la historia desde el interior de las paredes del monasterio y (por supuesto) darnos material y una larga lista de sospechosos para exprimirnos el cráneo al tratar de resolver el misterio.  Agreguen a la mezcla el turbulento ambiente histórico, violentos y muy gráficos asesinatos y un laberinto que funciona como librería, con algunos de los textos más buscados y secretos de la historia de la cristiandad en su interior y podrán comprender como miles de lectores a nivel mundial a la fecha todavía recuerdan con cariño este libro.

Mi única queja sería que el autor (quien no puede evitarlo.  Si han leído otros libros de U. Eco saben de qué hablo) se extiende un poco en las discusiones teológicas y filosóficas correspondientes a los eventos que ocurrían en la abadía al mismo tiempo o entre algunos de los personajes.  No lo veo mal, pues es una fuente interesante de información histórica y si recuerdan el trabajo del autor comprenderán que en esas páginas están viendo una panorámica muy real del mundo en el siglo XIV.  Sin embargo, reconozco que algunos lectores podrían sentir estas partes algo pesadas.  Mi consejo es que sean pacientes (principalmente las primeras 100 páginas).  Recibirán su recompensa.


Conclusión:

Un libro que, en mi opinión, debe ser colocado con los demás clásicos (incluso merece el título más que otros).  Si llegan a este libro con el debido respeto y lo disfrutan por lo que es, será inolvidable.  ¿Es un libro de misterio?  Claro.  Hay varios asesinatos, dos detectives, un villano (o varios, depende desde qué perspectiva pregunten) y un enigma que resolver.  Lo importante es recordar que es mucho más que eso.  Si lo buscan pensando que van a encontrarse un libro de misterio light en un paisaje medieval (como los del Hermano Cadfael, que también disfrute por cierto) se van a decepcionar y lo van a dejar en el camino. 

Es un libro complejo, como un reloj suizo.  Las partes no nos hacen perder el sueño o pueden ser que las pisemos o se nos caigan de la mano para perderse para siempre si no prestamos atención, pero una vez ensamblado como debe ser, es una obra de arte o, por lo menos, algo para atesorar.


Nota:

Si vieron la película y les gustó puede ser que decidieran saltarse el libro.  Ese fue un error.  Me divertí cuando vi la
película, pero el libro es mucho mejor.  Mucho más lleno de matices, más profundo y la resolución final tiene más sentido cuando uno tiene todos los detalles y no solo los permitidos en 130 minutos de celuloide.  Además, varios detalles del libro fueron cambiados.  Puede ser que no les guste y prefieran los cambios introducidos por la versión fílmica, pero el creador de la historia fue Umberto Eco y su versión es la que manda.  Si deciden hacerme caso, es probable que vean a Sean Connery en su cabeza al pensar en Guillermo, pero está permitido.  Disfruten el libro.

Si no vieron la película, mejor.  Lean el libro y después decidan si quieren que la versión que tienen en su cabeza tenga que luchar con la de Hollywood.  Algunas veces, la mente hace las mejores películas.


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