lunes, 16 de febrero de 2015

Del baúl de los recuerdos... La Herejía (2002).



La Herejía – Romain Sardou.
Romain Sardou
Las artes siempre han formado parte de la vida de Sardou.  Hijo de un famoso cantante, proviene de una larga línea de artistas de todos los campos y géneros.  Con este pasado, no es de extrañar que siguiera la tradición familiar.  Inició con un amor por la ópera, lo que  lo llevó (al tener la edad) a intentar escribir obras de teatro.  Sin conseguir el éxito que buscaba, se mudó a Estados Unidos y pasó dos años escribiendo guiones para niños.  Luego regresó al país que lo vio nacer (Francia), se casó y escribió su primer libro.
Éxito.
A la fecha, autor de más de doce obras traducidas a varios idiomas.  Sin embargo, en esta reseña me enfoco en el libro que empezó todo.  La Herejía (traducción algo antojadiza, pues el nombre original en francés es Pardonnez nos offenses.  Algo así como “Perdona nuestras culpas”). 

Idea básica:
Invierno de 1284. Los habitantes de Draguan, una pequeña población del condado de Toulouse, viven aterrorizados desde que el río arrastró hasta ellos unos cuerpos descuartizados. El obispo Haquin envía a unos hombres aguas arriba para investigar el crimen y estos vuelven con una extraña noticia: en mitad de unos nauseabundos pantanos han descubierto un pueblo en ruinas, Harteloup.  Nadie sabe qué les ocurrió a sus habitantes. El descubrimiento despierta el interés de Roma hasta que un nuevo asesinato, esta vez sacrílego, reclama su atención: ahora es el obispo Haquin el que aparece muerto en extrañas circunstancias.  Dos investigaciones han quedado abiertas: la del monje Chuquet, a la caza del asesino del obispo, y la del cura Henno Gui, sobre las circunstancias que convirtieron Harteloup en un pueblo maldito. Ambas son dos cabos de un mismo ovillo que acabarán desvelando una serie de tenebrosas maquinaciones en el seno de altas esferas eclesiales.

Opinión:
Leí este libro hace algún tiempo, pero no podía dejarlo por fuera de mis reseñas.  Reúne algunos de mis tópicos favoritos.  Misterio (rayando en lo macabro), suspenso, historia medieval y un desenlace inesperado (en la mejor tradición de la novela negra).  Una mezcla de “El nombre de la Rosa” y “Los Ríos de Color Púrpura” (en cuanto a ritmo y manejo de los personajes).  Una excelente combinación que no pueden pasar por alto.
El principio es muy bueno y sienta el escenario para que sigan leyendo.  Aquí pierde las cinco estrellas, pues se torna algo lento después.  Acepto que es un mal necesario en este tipo de historias, pues hay muchas explicaciones que dar y eso puede llevar a una pérdida de la musicalidad de la trama.  El autor lo sobrellevó bien, pero un lector poco motivado podría llegar a este punto y perderse.  Eso genera por lo habitual que lo abandone, lo cual es una gran  pérdida en este caso.
Los personajes están bien desarrollados, pero se resumen en dos.  Haquin y Hennno Gui (mi favorito).  Sus historias, aunque separadas en un principio, los llevaran por senderos insospechados que se estrellarán en un desenlace lleno de sangre y destrucción.  Desde ya  les advierto que no lo vendrán venir y eso SIEMPRE es un detalle a esperar en una novela de intriga.  Los elementos (las piezas) no están fuera de tono y encajan  a la perfección.  Nada que reprochar en ese plano.

Conclusión:
Si les gustan los libros de temática medieval con un elemento central de misterio (El Nombre de la Rosa es mención obligada, pero puedo mencionar muchos otros.  A mi mente siempre viene El Gallo Negro… que ahora recuerdo no he reseñado.  Un libro más para mencionar en el futuro), no pueden dejar de leer “La Herejía”.  Si sienten que una parte se torna algo lento, no se detengan.  Es como el dolor después de golpearse el dedito pequeño contra una mesa.  Pasará.
El premio (el desenlace) lo vale

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