sábado, 20 de junio de 2015

El indio sin ombligo.



El indio sin ombligo (Rafael Pernett y Morales).

Rafael Pernett y Morales
Me encontré este libro durante una exhaustiva búsqueda de obras del género escritas por autores centroamericanos. Esta cruzada me llevó a leer libros muy interesantes, pero había dejado a mi país por fuera y ese es un error que quise enmendar en el acto. Hay otros escritores en Panamá que han decidido probar el dulce néctar del crimen en papel, pero Pernett y Morales será el primero que reseñe.  Escritor  y médico de profesión, ha sido galardonado con el prestigioso premio Ricardo Miró en dos ocasiones (1973 – Loma ardiente vestida de sol / 1976 – Estas manos son para caminar). Como otros autores escribe de temas muy diversos y no pudo resistir incursionar en las sombras.  El indio sin ombligo, una mezcla de novela policiaca, parodia y ciencia ficción, es su contribución al género.  

Idea general:
Un individuo aparece muerto en una plaza de la Ciudad de Panama. Se trata de un indígena anónimo que es llevado a la morgue y que, por una casualidad, se descubre que no tiene ombligo. A partir de ese momento, se inicia una investigacion científico-policial. Las cosas más inesperadas suceden en cada pagina, dejando evidente las incongruencias de las situaciones que pueblan nuestra realidad. Bombazos, allanamientos ilegales de oficinas, balaceras, burocracia, entierros y manejo indiscriminado de la informática aparecen a cada página. El choque cultural se explica desde las vivencias de los protagonistas, quienes indagan el origen y las razones por la que existen indios sin ombligo y esta búsqueda sirve de marco a la aproximación de la realidad indígena, de un modo casi festivo.

Opinión:
Si es panameño disfrutará del libro mucho más que un lector de otro país. Pernett y Morales hace uso prolijo de términos, situaciones y anécdotas conocidas por nosotros y personas que viven aquí (ejemplo: hacer referencia a un “bigotito de hacendado santeño” o los artilugios de los políticos de turno que parecen repetirse año tras años). No es algo malo, pero (y ya lo mencioné cuando reseñé “Seis problemas para Don Isidro Parodi” de Borges/Casares) Elmore Leonard lo dijo mejor que  nadie: Usa los dialectos regionales con moderación. Un lector de Argentina, por ejemplo, podría sentirse perdido con ciertas referencias y no los culpo.
El otro motivo de confusión es que la historia gira alrededor de un miembro de la etnia Ngöbe-Buglé que es encontrado con un tiro en la cabeza. Para los que están interesados, les dejo un enlace con información de este grupo indígena.
Un vendedor de enciclopedias que visitaba la morgue en el momento en que el cuerpo era llevado se percata que el indio no tenía ombligo y allí empieza el misterio. Siendo un grupo indígena cerrado, algunas de sus costumbres pueden parecer extrañas, pero allí radica parte de la belleza de este libro (por lo menos para un panameño o alguien interesado en las ciencias sociales/antropológicas). Nos  muestra detalles o curiosidades de ellos que solo alguien que convivió y lidió con sus problemas sabría. El Dr. Pernett y Morales laboró por años en la provincia de Bocas del Toro, una de las provincias donde habitan los Gnöbe-Buglé y se ve que puso sus conocimientos y experiencias en las páginas de “El indio sin ombligo”.
 


Ahora bien, si conocen algo de ciencia natural o biología, deben recordar que el ombligo es la cicatriz que queda de donde se cae el cordón umbilical. Es una marca que indica que alguna vez estuvimos unidos a una placenta y a una madre.  Por ende, es imposible no tener ombligo (al menos no sin la ayuda de un buen cirujano). Ese punto fue lo que me atrapó pues tenía que saber a qué se refería, aunque en el fondo sabía que tenía que haber algún elemento fantástico o sobrenatural en alguna parte. Resultó rondar más por el área de la ciencia ficción, pero las pistas son obvias demasiado pronto (Un barco llamado STEMCELL les puede dar ideas). Explora el campo de la genética y sus  usos en beneficio de unos pocos. Fue una perspectiva interesante aplicada a una novela de misterio.
Uno de los puntos fuertes de la historia son sus personajes.  Un vendedor de libros que sufre de una enfermedad que le impide mentir, un sicario que tiene una puntería excelente, excepto que solo funciona cuando la víctima es un indio; un policía que parece sufrir de una maldición donde todo le sale mal y un profesor de escuela que es despedido contantemente por el terrible pecado de obligar a sus estudiantes a pensar (pueden ver casi en el acto la visión cínica que el autor le pone a la vida de sus creaciones literarias). Son personajes entrañables que por momentos los harán ver el mundo desde sus puntos de vista y tal vez cuestionar la sociedad que nos rodea.
El misterio en sí no es muy complicado una vez uno empieza a ver el bosquejo básico de la trama y eso le hizo perder puntos en mi evaluación (además de los mencionados al principio). Como he dicho en otras ocasiones, tengo problemas con las historias muy lineales o baja en condimentos.

Conclusión:
Una historia interesante y diferente. Un crimen, una víctima que no debería existir y el choqe cultural entre una población indígena y tres detectives improvisados. Algunos puntos pudieron mejorarse, pero fue una  lectura entretenida.
 

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