1280 Almas (Jim Thompson).
Jim Thompson |
James Mayers Thompson
nació en Oklahoma, Estados Unidos. Hijo
de un sheriff (acusado de malversación de fondos), empezó a escribir a los 14
años. Su vida parece digna de las
novelas que llevaron su nombre literario (Jim Thompson). Su abuelo lo llevó a espectáculos de
Burlesque desde los 13 años, además de enseñarle a fumar tabaco y a tomar
whiskey (algo indispensable en su opinión para convertirse en hombre). Trabajó como botones en un hotel, donde ganó
rápida fama como la persona capaz de conseguir lo que fuera necesario para sus huéspedes
(desde alcohol en medio de la Prohibición a drogas, para lo cual debía muchas
veces cruzar la frontera de México).
Laboró en los campos de petróleo, tuvo un colapso nervioso a los 19 años
fruto de todos sus excesos, se casó a escondidas, se unió al partido comunista
(al cual renunció antes de la II Guerra Mundial) y trabajó en dos ocasiones con
Stanley Kubric (ambos eventos terminaron en disputas legales). Eso es solo para que tengan una ínfima idea
de la persona detrás de 27 libros, varias novelas cortas, cuentos y poesías plagados
de perdedores, aprovechadores y sociópatas.
Con una vida tan complicada, tomé su libro “1280 almas” con altas
expectativas. No me decepcionó.
Idea general:
Nick Corey es el
sheriff de Potts Country, un pequeño pueblo de un estado sureño de EEUU. De
apariencia inofensiva y actitud holgazana, Nick esconde una inteligencia aguda
que le ayuda a pergeñar sin descanso planes que le permitan ser reelegido
frente a un contrincante sin trapos sucios y con principios, una vida privada
en la que tiene relaciones con tres mujeres muy distintas, y un entorno
racista, clasista, puritano e hipócrita. Sin embargo, cuando decide tomar
atajos, la violencia no será un simple instrumento, sino una extensión de una
manera de pensar y de sentir que considera inevitable en el entorno en el que
le ha tocado vivir, revelándose como un psicópata muy alejado del tipo simple y
anodino que pretende ser. Tampoco dudará en dejar que otros, inocentes o
culpables de otros crímenes, carguen con las muertes que sus enmarañados
manejos van dejando por el camino.
Opinión:
Este es mi primer libro
por un gran autor y no será el último.
El siguiente en la lista es “El asesino dentro de mi” porque leí en
alguna parte que es mejor que “1280 almas”.
Eso lo decidiré después, pero si es así me espera una lectura la mar de
entretenida.
¿Cómo resumir en pocas
palabras este libro? Lo más fácil es decir que es una historia retorcida llena
de giros. No es del tipo donde en la
última página salta la solución del problema o se descubre quien es el
asesino. El personaje principal, un
sheriff de un pequeño condado llamado Potts County (población: 1280), quiere pasar
su vida sin que lo molesten. Quiere ganarse
la vida sin mucho esfuerzo y sin causar olas.
Lo malo es que está casado con una mujer que lo desprecia, la mujer que
ama de verdad lo detesta, el pueblo que lo eligió piensa que no hace su trabajo
como debería y se aproximan las elecciones. Su rival, alguien honrado con ganas de
trabajar.
Cualquier otra persona empezaría a aceptar la posibilidad de
que su empleo peligraba, pero no Nick Corey.
Nick es un excelente evaluador de la personalidad humana y sabe cómo aprovecharla
en su beneficio. Es capaz de mentir,
manipular y asesinar con absoluta tranquilidad siempre que eso lo ayude a
cumplir su plan. Poder seguir siendo el
sheriff y ganarse la vida sin mucho trabajo (hasta las próximas elecciones).
“1280 almas” es un
tratado de psicopatología convertida en novela.
Un personaje tan retorcido que
uno quiere que el libro no se acabe tan solo para ver que más hace. No se dejen engañar por las primeras páginas,
que nos pintan a un Nick algo aburrido que se deja insultar por su esposa. Es solo una pantalla. Como dijo el mismo Thompson en una entrevista:
"Hay 32 maneras de escribir una historia y yo las he usado todas, pero
solo hay una trama: las cosas no son lo que parecen".
Conclusión:
Lectura obligatoria. Mi única queja sería con el final que sentí
algo forzado o inconcluso, pero sería como rechazar un Porsche solo porque no
es del tono exacto que buscamos. Un
libro divertido, oscuro e inolvidable.
Datos curiosos:
“1280 almas” fue llevada
al cine francés en 1982 por Bertrand Tavernier.
El director movió la trama de Estados Unidos a África y la llamó “Coup
de Torchon”. Lo malo es que falló en
desarrollar la personalidad de Corey (Cordier en la película) como lo hizo
Thompson. De psicópata manipulador lo
convirtió en un suertudo (una versión noir
del Inspector Clouseau). No es un mal
producto, pero no es lo mismo. Lean el
libro.
Jim Thompson murió en
abril de 1977. Su sepelio se caracterizó
por el pobre número de asistentes, debido en parte a un error de imprenta en su
obituario. Uno de los presentes
concluyó que ese hecho era “el final perfecto para una historia de Jim Thompson”.
Antes de morir le dijo
a su esposa: “Guarda mis
manuscritos. Ya verás. Me haré famoso como diez años después de
morir”. En 1984 (7 años después de
su muerte) Barry Gifford fundó Black
Lizard Press
y empezó a reimprimir algunos de los libros de Thompson. Tres años después (cumpliendo la profecía
hecha al momento de su muerte), Random House compró la empresa y siguió la
labor de llevar los libros de Thompson a nuevas generaciones de lectores bajo
el sello Vintage Books. Se sucedieron reimpresiones y traducciones de
sus obras, que fueron incesantemente adaptadas al cine. Actualmente Jim
Thompson es considerado el tercer gran novelista del género negro, al lado de
Dashiell Hammett y Raymond Chandler.