viernes, 26 de diciembre de 2014

Chicas Muertas

Chicas Muertas (Selva Almada).
Selva Almada
Escritora y poetisa argentina.  Autora de varios libros, poemarios y colecciones de cuentos.  Algunos de sus relatos cortos han formado parte de varias antologías publicadas en las últimas décadas.  Esta es solo una forma de describir a Selva Almada, quien surge como una de las nuevas voces de la literatura suramericana.  Además de organizar talleres de literatura y escritura, es una de las directoras del ciclo de lectura Carne Argentina.  Estas actividades son solo una muestra de su energía, lo que la llevó a conseguir una beca del Fondo Nacional de las Artes de Argentina (FNA - Argentina) para desarrollar un proyecto sobre femicidio adolescente.  Su último libro, publicado por Random House en el 2014, fue el fruto de este proyecto y el cual reseño a continuación.

Idea Básica:
"Tres adolescentes de provincia asesinadas en los años ochenta, tres muertes impunes ocurridas cuando todavía, en nuestro país, desconocíamos el término femicidio."
Tres asesinatos entre los cientos que no alcanzan para titulares de tap ni convocan a las cámaras de los canales de Buenos Aires. Tres casos que llegan desordenados: los anuncia la radio, los conmemora un diario de pueblo, alguien los recuerda en una conversación. Tres crímenes ocurridos en el interior del país, mientras la Argentina festejaba el regreso de la democracia. Tres muertes sin culpables.
Convertidos en obsesión con el paso de los años, estos casos dan lugar a una investigación atípica e infructuosa. La prosa nítida de Selva Almada plasma en negro lo invisible, y las formas cotidianas de la violencia contra nenas y mujeres pasan a integrar una misma trama intensa y vívida.

Opinión:
Un libro que cae en la categoría de crímenes verdaderos (true crimes), junto con otras obras ya reseñadas previamente (A Sangre Fría de Truman Capote e Hijo de Casa de Dante Liano).  Sin embargo, a diferencia de los anteriores, que describen un crimen y como los culpables fueron llevados a la justicia, Selva Almada decidió abordar asesinatos sin solución.  Tres jóvenes argentinas cuyas muertes siguen siendo un misterio a la fecha, aunque uno pueda sospechar de la identidad del culpable con solo leer el relato de los hechos.  Un libro cuyas raíces se entierran más en el suelo de nuestra realidad, pues nos muestra como terminan muchos casos que podemos ver en una sección del periódico matutino y que con el tiempo va desapareciendo de nuestra memoria y de la prensa, dejando solo el dolor de los afectados y el sabor amargo de no tener una solución a los encargados de resolver el caso.
Como describe la sección previa, los tres asesinatos ocurren en Argentina en la década de los ochenta.  Empieza con una nota personal de la autora, donde describe sus recuerdos al escuchar la muerte de una de las jóvenes cuya muerte investigaría años después.  En las siguientes partes del libro nos cuenta otras vivencias personales junto a los detalles disponibles de los tres asesinatos, mezclando entrevistas con familiares, vecinos, archivos policiales, noticias de la época e, inclusive, la visión de una medium.  Su prosa es directa y bien elaborada, lo cual facilita la lectura de un libro crudo.  Algunas  veces uno quiere detener las líneas y gritarle a la policía lo que parece obvio, sin éxito.  Lo malo es que no hay forma de confirmar si lo que sospechamos fue lo que en realidad pasó.  Estas historias le dejaran una sensación de frustración que no se podrán quitar de encima con facilidad. Una visión diferente, que puede no ser del agrado de muchos.
Aun cuando no tengo problemas con los saltos de tramas (los he usado muchas veces), siento que las tres historias se mezclan  demasiado.  Puede ser que ese fuera el interés de la autora.  Meter al lector en un torbellino literario hasta  dejarlo viendo doble.  Sin embargo, conozco varios lectores que sentirán los saltos inncesarios y exagerados.  Es cuestión de gustos.  En particular, me mantuvo pegado a las historias, pues quería saber más.  Algunas veces tuve que echar para y refrescar algunos puntos, pero es manejable.  La lectura vale la pena.

Conclusión:
No esperen una respuesta.  No tomen el libro con la esperanza de que al final podrán cerrarlo con la satisfacción de un misterio resuelto.  Son tres horribles muertes (como foco central de la historia.  A lo largo del libro la autora nos adereza el plato con varios crímenes adicionales, también sin solución o con resoluciones dudosas) que siguen abiertos.  Después de leer "Chicas Muertas" uno no puede evitar preguntarse cuantas víctimas  más habrá (para una idea, tomen el periódico de hoy y lean.  Les apuesto que, por lo menos, aparecen dos).  Mujeres que murieron y cuyo único crimen fue ser mujeres.  Celos enfermizos, lujuria sin control, deseos de salvar la honra familiar o de ocultar un secreto.  Tienen  de donde escoger.
Un libro para leer y reflexionar.  Se los recomiendo.
Datos curiosos:

Tuve el placer de conocer a la autora a raíz de la celebración del Festival Eñe en Panamá.  Compartimos tarima en un conversatorio sobre las vivencias del cuento latinoamericano y al final me dedicó su libro.
Adoro mi trabajo.














viernes, 19 de diciembre de 2014

Cualquier forma de morir.

Cualquier forma de morir (Rafael Menjivar Ochoa).
Rafael Menjivar Ochoa
Muchos escritores centroamericanos han tenido que modificar sus vidas debido a los problemas políticos en que estaban sumidos sus países de origen.  Menjivar Ochoa (escritor, músico, reportero y novelista) no fue la excepción.  Nació en El Salvador, pero tuvo que vivir exiliado en Nicaragua, Costa Rica y México.  Regresó a su tierra en 1999, donde fungió como director de literatura y luego fundó La Casa del Escritor, un proyecto diseñado para enseñar a nuevas generaciones de escritores.  En 1990 ganó el Premio Latinoamericano de Novela "Ramón del Valle Inclán" y en 1984 recibió el premio Latinoamericano de Novela EDUCA.  En su haber hay más de una decena de libros, algunos traducidos a otros idiomas, pero hoy reseño uno de sus últimos libros.  Rafael Menjivar Ochoa falleció el 27 de abril de 2011, pero sus palabras quedaron para la posteridad.  Un ejemplo, "Cualquier forma de morir".

Idea básica:
Ese año todos se suicidaron: políticos, agentes antinarcóticos, el director de un periódico, un empresario y un juez que enjuiciaba a narcotraficantes. Éstos, mientras tanto, toman unas vacaciones en la cárcel y desde allí manejan los hilos de la corrupción y deciden los siguientes suicidios, entre ellos el del candidato presidencial. Un simple policía, encarcelado como chivo expiatorio, se ve arrastrado por el torbellino de muertes y trata de salir con vida de un lío que no comprende, con una buena dosis de pragmatismo y de violento humor negro.
Cualquier forma de morir es parte de la saga de novelas negras iniciada por Rafael Menjívar Ochoa con Los años marchitos (1990), Los héroes tienen sueño (1998) y De vez en cuando la muerte (2002).

Opinión:
Un libro muy interesante, ambientado en México (aun cuando el autor era de El Salvador, vivió en México por casi 23 años y siguió activo en el país, publicando libros o dirigiendo otros proyectos).  La historia empieza con un policía antinarcóticos (nunca se sabe su nombre) que se encuentra en prisión por culpa del narcotráfico.  Casi todos los personajes son mencionados por un apodo (El Ciego, El Perro, El Coronel, etc), lo cual le da un enfoque muy curioso a una trama diferente.  No piensen que los apodos encasillan a los personajes.  Son solo una forma de referirse a ellos.  Sus personalidades son mucho más complejas.  Los únicos con derecho a nombres (los Celis, Francisco y Santiago), son los narcotraficantes  que controlan su negocio y organizan una que otra fiesta desde el interior de la prisión.
El policía es contratado por los narcos que controlan la prisión para que ayude en los "suicidios" de ciertas personas, no sin antes ser usado de chivo expiatorio.  El autor describe el comportamiento de la sociedad, los medios de prensa y los políticos de turno ante muertes que, en varias ocasiones, son claramente provocadas.  Maneja la corrupción y la capacidad del poder (independiente de quien lo tenga) de modificar la forma como vemos el mundo en sus palabras y los hará pensar en las noticias que leen todos los días.
No hay un crimen que resolver y hay (como lo dice el título) muchas formas de morir (muertes oficiales, desapariciones, suicidios).  Más bien es una historia contada con maestría sobre como el policía tiene que lidiar con el hecho de estar a merced de otras personas, como está forzado a ayudarlos para sobrevivir y quiénes son los verdaderos titiriteros detrás de todo.  Como todo buen libro, las cosas no son lo que parecen y tiene un final apropiado y hasta con cierta ironía poética.  

Conclusión:
Un libro diferente para ser saboreado.  Hay violencia sin sentido, muertes que parecen no estar conectadas y locuras sociales que parecen no tener lógica, hasta que uno se detiene a pensar que cosas así se ven y leen todos los días (si tan solo uno pudiera estar seguro que la palabra impresa no es una mentira).  Recomendado.

Cita del libro:
"No te veo vocación de cadáver".

Curiosidades:
Rafael Ochoa en uno de sus talleres en la Casa del Escritor
En su blog (rmenjivar.blogspot.com) publicó el primero de febrero de 2011 (unos meses antes de morir por culpa de un cáncer de colon) una columna titulada "La Palabra" en la que trataba de explicar el por qué de su dedicación a las letras:
"Uno escribe porque es lo único que sabe hacer, y haría lo mismo en las mismas circunstancias siquiera por pasar el tiempo, siquiera porque es lo oportuno... (Escribo en el hospital, y me llevo un par de horas en la madrugada en tan sólo un par de párrafos".


 
 
 

domingo, 7 de diciembre de 2014

El cojo bueno

El cojo bueno (Rodrigo Rey Rosa).


Rodrigo Rey Rosa
Escritor y director de cine, el guatemalteco Rodrigo Rey Rosa ha explorado mútiples leyendas y mitos de Latinoamérica y Africa en sus obras. En 1990 viajó a Marruecos, donde se convirtió en el protegido literario del escritor Paul Bowles (autor de "El cielo protector" - 1949).  Sus películas, basadas en sus propias obras, han sido presentadas en festivales internacionales, como el Sundance Film Festival y el Berlin Film Festival.  Gracias a sus excelentes trabajos en estos campos de las artes, en 1967 ganó el premio Miguel Asturias, el premio de literatura más importante de Guatemala, prueba que algunas veces si se puede ser profeta en su tierra.  En esta reseña, escribo sobre una de sus obras que entró en el ámbito del género negro: El cojo bueno (The Good Cripple).

Idea General:
Un joven, Juan Luis Luna, es secuestrado en la ciudad de Guatemala y encerrado en el fondo de un herrumbroso tanque de gasolina abandonado.  Los secuestradores piden una recompensa a su acaudalado padre, quien no responde con la premura que se esperaría.  A pesar de la amenaza de cortarle un pie, los secuestradores no escuchan del padre, lo que los obliga a convertir su amenaza en una realidad.  Empiezan con enviarle un dedo y aun así el padre rehusa  ayudar.  Al día siguiente la apuesta aumenta y también el precio que Juan Luna deberá pagar...

Opinión:
Es un libro intenso.  La reseña me atrapó cuando la leí, porque prometía y en ese sentido no me decepcionó.  Desde el inicio del libro, cuando Luna conversa tranquilamente con uno de sus secuestradores, uno sabe que sobrevivió al evento, pero cómo es la pregunta que asalta al lector de una vez.  Uno no cesa de preguntarse si busca explicaciones por lo ocurrido o si todo es parte de algún plan macabro de justicia a la antigua.  En las siguientes páginas (es un libro corto - 128 páginas) el autor nos cuenta los eventos que rodearon al secuestro y los personajes involucrados.  El personaje de Luna no fue de mi completo agrado desde el principio, pero se vio expuesto a una violencia de la cual a veces no podemos escapar.  Eso lo hizo más personal y por tanto interesante.
La relación con su padre y su novia son solo parte de los elementos evaluados a lo largo del secuestro, así como los motivos que impulsaban a los secuestradores.  Cada uno tenia una forma diferente de ver el crimen y una visión de como debía terminar (violencia extrema o perdón).  Esa pauta es la determinante a lo largo de la historia (¿los secuestradores perdonarán la vida de Luna, a pesar de torturarlo en el camino tratando de conseguir el dinero que su padre parece no estar dispuesto a pagar? ¿Luna perdonará a los que lo mutilaron, teniéndolos al alcance de la mano?).  Es una trama diferente y arrisgada que me gustó por la forma como la manejo.  Como dije en un principio, sabemos desde las primeras líneas que Luna sobrevivió.  En la historia veremos los giros que toma la suerte y como los impulsos más básicos pueden actuar en favor o en contra de los involucrados.  Como el sobrevivir a un evento tan brutal afecta la vida y visión de un  ser humano, sus relaciones y sus perspectivas del futuro. 
Una trama interesante, con personajes variados y ricos.  Sentí el final algo anti-climático, pero es solo mi opinión.  Deben haber lectores que comparten mi opinión y otros que pensarán que fue perfecto.  En el mundo mental del autor esa fue la forma como terminó y por mi está bien (¿Quién soy yo para llevarle la contraria?)
La historia no requiere ser larga para llevar su mensaje.  Rey Rosa lo demuestra con excelencia en este libro. 

Conclusión:
Un libro muy bueno que recomiendo a todos los que quieran una bofetada literaria.  Una trama fuerte, bien llevada, con personajes que encajan como las piezas de un rompecabezas.  Algo flojo en el final, pero es cuestión de opiniones.  Excelente lectura de un autor centroamericano.  Recomendado.


Dato curioso:
Paul Bowles
Mencioné al inicio que Rey Rosa conoció en Marruecos a Paul Bowles.  El autor norteamericano hace un cameo en el libro y conoce a Luna  y a su esposa en Tánger (una ciudad de Marruecos).  Un curioso detalle que Alfred Hitchcock hubiera apreciado.

Tánger, Marruecos



domingo, 30 de noviembre de 2014

El hijo de la casa.

El hijo de la casa (Dante Liano).
Dante Liano
Narrador, crítico literario, profesor universitario.  Este prolífico autor de Guatemala fue galardonado con el Premio Nacional de Literatura (1991) y fue finalista del Premio Herralde de Novela (1987 y 2002).  Otro autor obligado al exilio debido a la situación política por la cual pasaba su país (actualmente reside en Milán).  A pesar de eso, su pluma no se ha detenido.  En el género de la novela negra tiene tres libros en su haber (El hombre de Montserrat, El misterio de San Andrés y El hijo de la casa) que han sido traducidos a varios idiomas.  En esta reseña escribo sobre el último de ellos.

Idea General: 
En la soñolienta ciudad de Santa Ana, existe una expresión muy curiosa: "hijo de casa". Se llama así al huérfano abandonado en la calle y que una familia adopta, sin trámites legales, para hacer el bien y de paso aprovechar la mano de obra gratuita en las tareas de casa o del campo. El hijo de casa debe ser fiel y agradecido hasta la eternidad. Y lo son todos, menos uno, que decide exterminar a su familia adoptiva. ¿Por qué lo hace? ¿Qué mecanismos secretos están detrás de este gesto absoluto y estúpido? ¿Por qué los asesinos salvan de la masacre a quien los va a acusar y hundir? Son todas las preguntas que se hacen los comensales del café del mercado, en donde se mata el tiempo diseccionando la vida de los demás. Y son las mismas preguntas que trata de responder el doctor Alejandro Zamora, médico forense de la ciudad, hombre lúcido y desencantado, que llegará a desenredar el misterio con una sorpresiva intuición, revelada en las últimas páginas de la novela. Un grupo de imbéciles que pagan su idiotez con la horca, otro grupo, el de las temibles personas "normales" que se ahogan en la banalidad, un anciano que oculta su falta de inteligencia con una sórdida intransigencia religiosa, un comisario sarcástico y una niña sagaz, un boxeador desafortunado y su novia indefensa, forman el cuadro que rodea al doctor Zamora.

Opinión:
Leer este libro me hizo recordar otra lectura ya reseñada en este blog (A sangre fría de Truman Capote).  El motivo es que Dante Liano, al igual que Capote, se obsesionó con un caso real.  Un asesinato múltiple en su país (Guatemala) que se conoció como "El Crimen de la Avenida 12" o "El crimen del Torreón" (nombre de la abarrotería propiedad de la Familia Hidalgo).  Un "hijo de casa" llamado Francisco (Panchito) Obando y varios cómplices asesinaron a casi toda su familia adoptiva el 31 de octubre de 1951.  La única sobreviviente fue la hija más pequeña de la familia Hidalgo, quien pudo identificar a los responsables.  Las declaraciones del asesino confeso ocuparon las primeras planas por años, evidenciándose una gran habilidad en el arte de la manipulación de los medios, de la sociedad y de los miedos de la población.  Al final, los asesinos fueron sentenciados a muerte, con lo que la similitud con "A Sangre Fría" se completa (con la excepción que en este caso la muerte fue por pelotón de fusilamiento).
En una entrevista el autor dijo, recordando paseos dominicales con su padre en su infancia: “pasábamos frente a una casa abandonada, enorme, que ocupaba toda una manzana, con su techo a dos aguas, sus paredes de madera, estilo suizo; el jardín salvaje, en torno a algunos pinos, abrumada por la tristeza de lo que habrá sido un viejo esplendor. Entonces, yo me imaginaba que allí había ocurrido el crimen de Panchito Obando, el hijo de casa que había exterminado a su familia”. 
La obra difiere de "A Sangre Fría" en algunos aspectos.  A pesar de basarse en hechos verídicos, investigados por el autor con el rigor de cualquier arqueólogo que excava en las arenas del pasado, es una narración modificada.  Se agregan personajes para enfocar mejor la historia (el boxeador Erwin Rosario o el doctor Zamora), pero eso no afecta el realismo de los sucesos acaecidos.  
El doctor Zamora sirve de enlace para unir los datos del crimen, la percepción de la población y sus propias conclusiones.  No es un personaje del cual se van a enamorar, pero si uno interesante, esculpido de la arcilla de la novela negra.  A pesar de sus desencantos y problemas, logra sobreponerse, averiguar la verdad y hacer justicia a su manera (un punto para el autor.  Lo consiguió de una forma casi poética).
Los personajes secundarios (el boxeador, el comisario del pueblo, la amante del doctor) son andamios para ayudar a crecer la historia.  No destacan demasiado, pero son necesarios.   

Los escenarios (en particular los descritos durante los asesinatos) están muy bien desarrollados.  Se sentirán trasladados a la Guatemala de mediados del siglo XX.  A sus calles, restaurantes y diario vivir.  Todos sirven de escenario para los crímenes del Torreón.

Conclusión:
Un digno ejemplar de la novela negra centroamericana.  Para aquellos que disfrutan de los relatos de crímenes verdaderos (a lo Capote) o simplemente buscan algo diferente, un libro para no pasar por alto.  Recomendado.



domingo, 23 de noviembre de 2014

Baile con serpientes.

Baile con serpientes (Horacio Castellanos Moya).

Antes de empezar...
Hace años decidí alejarme por momentos de la novela negra popular.  Los conocidos best-sellers u obras escritas por autores tan conocidos que la sola mención de un nuevo libro los convierte en éxitos de venta antes de salir de la imprenta.  

No es que no valgan la pena.  Fueron mi fuente de inspiración.  Disfruté muchos de ellos por años, pero si uno quiere mejorar debe estar dispuesto a aumentar sus horizontes y por eso tomé la decisión de empezar a leer autores de novela negra de otras latitudes. Gracias a eso me he encontrado con libros e historias excelentes (todas las he reseñado en este blog) que quizás nunca hubiera visto si mi única guía hubiera sido la publicidad mediática.
Curiosamente, a pesar de esa conducta, no fue hasta ahora que me topé con un autor de Centroamérica (lo cual es más extraño todavía cuando considero el hecho de que soy del área).  Se me ocurren múltiples razones para este fenómeno, pero son harina de otro costal.  No es el propósito de esta reseña.

Del autor:
El autor puede ser considerado hondureño o salvadoreño, según su forma de interpretación.  Nació en Tegucigalpa (Honduras), de madre hondureña y padre salvadoreño, pero a los 4 años viajó a El Salvador, donde vivió hasta los 22 años.  Trabajó como periodista para la Agencia Salvadoreña de Prensa.  Fue redactor de los diarios "El día" y "Excelsior" de la Ciudad de México y laboró como corresponsal del periódico hispano "La Opinión" de Los Ángeles, California.  En la actualidad es columnista regular para la revista Sampsonia Way Magazine.  Reside en Estados Unidos.
Ha escrito 11 novelas a la fecha y varias colecciones de cuentos, algunas merecedoras de premios literarios importantes.  Me llamó la atención la reseña de su segundo libro, "Baile con serpientes".  Es un libro diferente y que parece confirmar la opinión de muchos de que la literatura latinoamericana (que incluye a centroamérica) tiene marcadas diferencias con las del resto del mundo.

Idea básica:
Un buen dia aparece estacionado en una calle de la ciudad un Chevrolet amarillo de los anos cincuenta. En ese coche vive Jacinto Bustillo, un indigente hosco y harapiento que despierta las suspicacias de los vecinos. Uno de ellos, llamado Eduardo Sosa, decide averiguar quien es Jacinto y como ha llegado a esa situacion. Quiza por la soledad que lo rodea, el indigente acaba resignandose a la compania de Eduardo Sosa y le permite inmiscuirse en sus miserables jornadas y averiguar como se gana la vida. Pero, de pronto, Jacinto muere degollado en el curso de una reyerta. Del interior del Chevrolet emergen entonces unas peligrosas serpientes que, sumidas en un frenesi de destruccion, siembran el terror en un crescendo imparable que tendra en vilo a toda una ciudad y a sus habitantes, mientras la policia y la prensa tratan de encontrarle algún sentido a los eventos.


Opinión:
Como dije en una sección previa, es un libro diferente.  Gira alrededor de un sociólogo, defraudado de su vida, sus estudios y sus pobres perspectivas laborales, llamado Eduardo Sosa.  Sin muchas cosas que hacer, conoce a un indigente que vive dentro de un auto amarillo y decide empezar a seguirlo.  Poco a poco se va ganando su confianza, el interior del auto un absoluto misterio.  Una noche, mientras se toma unos tragos con Jacinto, el indigente y tras una pelea con unos extraños, Eduardo toma una navaja y asesina a Jacinto.  Toma la llave de su auto y empieza a vivir su vida.
Gracias a papeles que encuentra dentro del vehículo empieza a comprender el pasado del viejo y decide regresar sobre sus pasos a hacer justicia.
Valentina (una de las serpientes) - o por lo menos así me la imagino.

¿Cómo lo hace?  Dentro del Chevrolet encuentra cuatro serpientes venenosas.  Cada una con su personalidad propia que, dentro de su delirio, empieza a reconocer como figuras independientes, con las cuales sostiene conversaciones que le permiten aclarar detalles de que llevó a Don Jacinto, quien una vez tuvo familia y trabajo, a terminar viviendo dentro de un auto.
Los personajes centrales de la historia son Eduardo y las serpientes.  En un plano casi secundario, el policia Lito Handal (encargado del caso) y la reportera Rita Mena.  Detrás de ellos, todas las víctimas que formaban parte del pasado de Jacinto y que, a veces por pura casualidad, terminan en el camino de Eduardo y sus serpientes.
La historia está llena de fantasía (o pueden atribuirlo a un trastorno mental por parte de Eduardo).  Pueden ver como su actuar genera caos y destrucción.  Las serpientes no son normales.  Son entes violentos capaces de matar de una sola mordida y eso le da un giro inesperado a la historia.  Una novela negra, enfocada en el criminal y sus secuaces.  La policia y la prensa empiezan a ver cosas donde no las hay, aunque Lito y Rita vislumbran la verdad por pedazos.  Entretenida en todo momento, si están dispuesto a ver el libro desde una perspectiva poco habitual y fuera de los canones establecidos.  Un final de película que casi parece cerrar un círculo.
Queda en manos del lector si quiere ver el libro como un experimento en Realismo Mágico o asumir que Eduardo alucinaba.  No importa.  El viaje es lo importante.  
Al final, aviso desde ya, hay una escena erótica que raya en la zoofilia (depende de nuevo en cómo usted quiera interpretar el contexto de la historia).  Es la única parte que siento estaba de más o era innecesaria.  Puedo vivir con ella, pero algo más de desarrollo de la historia en lugar de esos párrafos hubiera sido más de mi agrado.  Ahora, como he dicho en otras reseñas, jamás me atrevería a interponerme entre un autor y su obra.  El escritor es amo y señor de sus personajes y si Eduardo Sosa le dijo que eso fue lo que pasó, que así sea.  Después de todo, es su biografía.

Opinión:
Un libro interesante.  Personajes llamativos, curiosos (animales y humanos).  Una historia que no podrán detener hasta terminar, así sea por el simple deseo de ver como termina.  Para ser mi primera incursión oficial en el mundo de la novela negra centroamericana, un excelente primer paso.  Recomendado.

viernes, 21 de noviembre de 2014

El maestro de Belén (Los asesinatos de Belén).



El maestro de Belén – Matt Rees.
Matt Rees
Escritor y periodista galés, Matt Beynon Rees es un reconocido creador de libros de misterio.  Premiado por la Asociación de Escritores de Crimen, traducido a más de 25 idiomas y autor del “Cuarteto Palestino” (una serie de 4 libros ambientados en Palestina.  Su detective, un profesor de primaria llamado Omar Yussef).  El colaborador de Belén, también llamado "El maestro de Belén" o "Los Asesinatos de Belén", es el primer libro de esta serie y el que le valió el premio antes mencionado a Matt Rees (2008).   A continuación, una reseña del mismo que, al momento de su publicación, fue calificado por el New York Times como “una asombrosa primera novela” y estuvo en los primeros 10 lugares de la lista de “Misterios del Año” de Booklist.

Idea básica:
Por décadas, Omar Yussef ha sido profesor de historia de los niños de Belén.  Cuando uno de sus antiguos estudiantes, uno de sus favoritos, George Saba (miembro de la minoría cristiana palestina) es arrestado por colaborar con los israelíes en el asesinato de un guerrillero palestino, Omar está seguro de que es una trampa.  Si no logra demostrar su inocencia, se enfrenta a una ejecución inminente.
Luego, la esposa del muerto, también una antigua estudiante de Yussef, es asesinada y posiblemente violada.  Sus sospechas recaen sobre la cabeza de la Brigada de Mártires de Belén como el verdadero colaborador, pero entonces su familia empieza a ser amenazada.  Nadie quiere hacerles frente, pues ellos controlan el verdadero poder en Belén.  Eso no le deja otra opción a Omar Yussef que investigar por su cuenta.

Opinión:
Lo primero que uno se pregunta es como un autor británico puede escribir, con algún grado de propiedad, sobre el conflicto Israelí-Palestino.  Matt Rees, en su función de periodista, cubrió los eventos del Medio Oriente por más de una década (corresponsal de la revistas  Newsweek y The Scotsman) y fue jefe de la revista Time en Jerusalén.  Escribió muchas historias, merecedoras de premios, sobre la Intifada Palestina.  Creo que estos antecedentes le dan derecho y argumentos para escribir sobre el tema.

Para los que no conocen la historia de la zona, aquí les dejo un enlace sobre la Intifada (primera y segunda).  No es indispensable para entender el libro.  Con que sepan que israelíes y palestinos no se llevan (al punto que tratan de asesinarse entre sí)  es suficiente. 
Es una historia muy interesante.  Un ambiente diferente, un escenario histórico que solo vemos en las noticias, con personajes reales que nos muestran las diferencias y similitudes que podemos encontrar en un mismo sitio.  Omar Yussef es un abuelo terco que se rehúsa a renunciar a su puesto de profesor, aun cuando todos lo presionan a hacer precisamente eso.  Su visión del mundo muy diferente a las de muchos de sus compatriotas, pues está en desacuerdo con la violencia que el conflicto israelí-palestino ha generado y aun mucho más con el cultivo del odio desde una temprana edad a sus estudiantes.  Detesta el adoctrinamiento y los atentados suicidas.  Considera la capacidad de pensar, analizar y cuestionar un requisito indispensable para mejorar el mundo.  Se pueden imaginar que esto no lo hace el profesor más popular de Belén entre los adultos y algunos de sus alumnos.
Una familia numerosa, donde resaltan su esposa, su hijo mayor y una  nieta.  Son personajes secundarios que nos ayudan  a comprender un poco más su forma de pensar y lidiar con los problemas.  No solo eso, sino que nos muestra características propias de las familias musulmanas (desde su alimentación, manejo de ciertas festividades, formas de hablar y de dirigirse entre ellos, etc), lo que le brinda un grado de realismo que nunca me parece de más en un libro.  Algunas veces Yussef me recuerda a los viejitos testarudos de las películas que les gusta hacer las cosas de una sola forma porque consideran que se ganaron el derecho.  Irónico por momentos y hasta algo divertido (siempre que usted no sea el blanco de su displicencia).
La resolución del misterio no es lo vital en este libro.  Los candidatos son pocos y uno empieza a descubrir temprano que las posibilidades se reducen a dos o tres personas.  Con la información que dispone, un policía real no hubiera demorado mucho en descubrir la verdad, pero el problema es que la policía no está interesada en resolver el asesinato y mucho menos en enfrentarse con la Brigada de Mártires, un grupo muy parecido a una pandilla que controla el área de Belén con mano de hierro y violencia.  Son estos miedos latentes, el potencial de violencia extrema (interna y externa) los que tapizan la historia de principio a fin y le dan esa sensación de peligro inminente al lector.  Es una historia sobre la lucha de un hombre, viejo y desilusionado, en salvar a un querido estudiante y amigo (de una minoría religiosa, sin mucho apoyo) de una muerte inminente a pesar de tener todo en contra.  Desde esa perspectiva, Yussef es la quintaesencia del detective de novela negra, con la excepción de que no recurre a la violencia para resolver el misterio.  Sin embargo, no se tiene que esforzar tanto tampoco.  Las pistas le caen con mucha facilidad (una de las pocas quejas que tengo del libro).
Belén

Quitando ese detalle, un libro para aprender sobre el conflicto israelí-palestino desde una visión con los pies en el suelo arenoso de Belén.  Un personaje que a veces queremos ahorcar y otras ayudar.  Un misterio sencillo, pero no lineal.  Las pistas están allí, pero la resolución ocurre por pura casualidad casi al final.  Un desenlace que… bueno, no se los puedo decir, pero reafirma la violencia latente que mencione en el párrafo anterior.

Conclusión:
Lectura recomendada.  Si les gustan los libros con ambientaciones históricas o fuera de lo habitual, “El colaborador de Belén” no los defraudará.  Si quieren un misterio complicado, puede ser que no aprecien este libro, pero le daría la  oportunidad por el simple placer de leer una historia interesante.