El nombre de la rosa (Umberto Eco)
Umberto Eco |
Umberto Eco es,
en realidad, un profesor italiano de historia y experto en la Edad Media. Sus cuentos y narraciones sobre este oscuro
periodo del pasado hicieron que sus amigos le insistieran en que escribiera un
libro de la época y gracias a ellos nació "El nombre de la rosa" (si alguien
conoce a esos amigos, les dan las gracias de mi parte).
Idea básica:
En el año 1327
Guillermo de Baskerville, en representación de la orden de los franciscanos, debe reunirse con los representantes del Papa Juan XXII para discutir una acusación de herejía vertida contra una rama de la orden. El lugar de la cita, una abadía benedictina ubicada en los Apeninos septentrionales italianos, famosa por la impresionante biblioteca que yace en su interior. Desafortunadamente para él, su trabajo es interrumpido por una serie de
violentos asesinatos que lo obligan a usar sus conocimientos de una forma muy
diferente. Con la ayuda de su aprendiz,
Adso de Melk, deberán descubrir quién está asesinando de forma sistemática a los
monjes de esta abadía, lo que muchos consideran señales del Apocalipsis; qué misterio encierra el gigantesco laberinto-librería y qué papel juega un misterioso libro que parece ser la clave de
todo.
Opinión:
Un libro de esos
que, una vez leído, se queda enterrado en alguna circunvolución del cerebro para
siempre y cada vez que alguien lo menciona, uno recuerda lo mucho que disfruto
con su lectura. Los personajes, por lo
menos en su mayoría, están muy bien desarrollados. Guillermo de Baskerville (me imagino que la
referencia a Sherlock Holmes cae de su peso) con su tan peculiar visión del
mundo, sus razonamientos inductivos y su pragmatismo lo hacen el personaje
perfecto para llevar a cabo la investigación de estos asesinatos. Adso de Melk (el joven díscipulo)
es el equivalente de un Watson. Es el
cronista de lo ocurrido, tratando de balancear el ser fiel a los hechos como
los recuerda y sus propios temores al tratar de llevar el paso de su maestro y
ceñirse a sus preceptos (fallando en algunas ocasiones, lo que solo lo hace ver
más humano). Los demás personajes, en su
mayoría monjes de la abadía (los iluminadores, el herbolario, los
bibliotecarios y escribas entre otros) son indispensables para hacernos sentir
que vivimos la historia desde el interior de las paredes del monasterio y (por
supuesto) darnos material y una larga lista de sospechosos para exprimirnos el
cráneo al tratar de resolver el misterio.
Agreguen a la mezcla el turbulento ambiente histórico, violentos y muy gráficos asesinatos y
un laberinto que funciona como librería, con algunos de los textos más buscados
y secretos de la historia de la cristiandad en su interior y podrán comprender
como miles de lectores a nivel mundial a la fecha todavía recuerdan con cariño
este libro.
Mi única queja
sería que el autor (quien no puede evitarlo.
Si han leído otros libros de U. Eco saben de qué hablo) se extiende un
poco en las discusiones teológicas y filosóficas correspondientes
a los eventos que ocurrían en la abadía al mismo tiempo o entre algunos de los
personajes. No lo veo mal, pues es una
fuente interesante de información histórica y si recuerdan el trabajo del autor
comprenderán que en esas páginas están viendo una panorámica muy real del mundo
en el siglo XIV. Sin embargo, reconozco
que algunos lectores podrían sentir estas partes algo pesadas. Mi consejo es que sean pacientes
(principalmente las primeras 100 páginas).
Recibirán su recompensa.
Conclusión:
Un libro que, en
mi opinión, debe ser colocado con los demás clásicos (incluso merece el título
más que otros). Si llegan a este libro
con el debido respeto y lo disfrutan por lo que es, será inolvidable. ¿Es un libro de misterio? Claro.
Hay varios asesinatos, dos detectives, un villano (o varios, depende
desde qué perspectiva pregunten) y un enigma que resolver. Lo importante es recordar que es mucho más
que eso. Si lo buscan pensando que van a
encontrarse un libro de misterio light
en un paisaje medieval (como los del Hermano Cadfael, que también disfrute por
cierto) se van a decepcionar y lo van a dejar en el camino.
Es un libro
complejo, como un reloj suizo. Las
partes no nos hacen perder el sueño o pueden ser que las pisemos o se nos
caigan de la mano para perderse para siempre si no prestamos atención, pero una
vez ensamblado como debe ser, es una obra de arte o, por lo menos, algo para atesorar.
Nota:
Si vieron la
película y les gustó puede ser que decidieran saltarse el libro. Ese fue un error. Me divertí cuando vi la
película, pero el
libro es mucho mejor. Mucho más lleno de
matices, más profundo y la resolución final tiene más sentido cuando uno tiene
todos los detalles y no solo los permitidos en 130 minutos de celuloide. Además, varios detalles del libro fueron
cambiados. Puede ser que no les guste y
prefieran los cambios introducidos por la versión fílmica, pero el creador de
la historia fue Umberto Eco y su versión es la que manda. Si deciden hacerme caso, es probable que vean
a Sean Connery en su cabeza al pensar en Guillermo, pero está permitido. Disfruten el libro.
Si no vieron la
película, mejor. Lean el libro y después
decidan si quieren que la versión que tienen en su cabeza tenga que luchar con
la de Hollywood. Algunas veces, la mente
hace las mejores películas.
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